Los pisos antiestáticos se han convertido en una herramienta fundamental dentro de la industria tecnológica, pero sus aplicaciones no solo se limitan a ella, si no que se pueden instalar en oficinas y en lugares donde se requiera una protección alta contra las posibles descargas, como en lugares donde se manipulan líquidos y gases inflamables.
Estos pisos suelen estar fabricados en hule, goma y caucho reciclado, además cuentan con toma a tierra para disipar las cargas que se puedan acumular, también hay algunos tipos que se pueden conectar directamente al equipo electrónico o mesas de trabajo, para eliminar cualquier amenaza de descarga en los equipos delicados.
Las descargas electroestáticas y pequeñas fugas por cortocircuito producen al año miles de millones de pérdidas en equipos electrónicos sensibles, sobre todo cuando se están manipulando o montando, produciendo un deterioro mucho antes de que sean utilizados. Por todos estos motivos es esencial contar con este tipo de superficies de protección, ya sea para evitar el deterioro de los equipos o proteger a las personas de posibles descargas.