Bolardos plásticos o de hule

Los bolardos son un producto que durante muchas décadas ha sido sinónimo de barrera, una barrera fabricada generalmente de concreto o de acero que evita que los vehículos accedan a zonas donde no son bienvenidos; sin embargo, la mala implementación de un bolardo puede significar un daño significativo, no sólo a un vehículo sino a tus finanzas ya que un bolardo hecho de estos materiales suele tener un costo bastante elevado, además son muy difíciles de instalar, generalmente requieren a más de 1 hombre, maquinaria y tiempos prolongados, y para desinstalar requieren de que se rompa el pavimento debajo de ellos y esto conlleva más gastos por lo que hoy en día ya existen mejores soluciones para delimitar las zonas donde está prohibido el paso de vehículos sin necesidad de experimentar todos los contras mencionados.

Con la modernización infraestructural en las ciudades más modernas del mundo vino un boom que nos presentó la mejora de muchas de las que habíamos considerado soluciones durante décadas, y una de ellas fue el uso de polímeros resistentes y ligeros en lugares donde antes jamás creímos que los utilizaríamos y es así como los bolardos más eficientes y con mejor balance de calidad-precio son hechos de plástico al día de hoy.

Las ventajas de un bolardo de plástico son varias, empezando por el precio el cual es bastante bajo por lo que es fácil presupuestar un volumen alto de bolardos, otra gran ventaja es su ligereza, lo que nos conduce a una muy fácil instalación lograda por un solo hombre en tiempo record ya que el producto viene con orificios prefabricados que ayudan como guía al instalarlos sobre concreto donde sólo será necesario taladrar y atornillas para que queden bien fijos el suelo, y para desinstalar sólo será necesario desatornillar y retirar el bolardo, pero los beneficios no terminan ahí ya que nuestros bolardos de plástico son reflejantes, lo que significa que reflejan la luz de los vehículos y permiten su clara visibilidad en lugares y horarios de poca luz, y para terminar, no dañan a los vehículos ya que los bolardos son flexibles y recuperan su forma después de un choque.